MEDIOAMBIENTE
Plan Canje:
¿Qué se cambia si cambian los autos y no la ciudad?

Iniciativa de grupo privado busca incentivar la adquisición de vehículos catalíticos entre quienes circulan por Santiago con automóviles sin catalizador.

Plan se presta para dobles lecturas: requeriría el apoyo del Estado para los compradores eventuales y sería un espaldarazo para las alicaídas ventas automotrices. Expertos dudan de su utilidad para descontaminar la capital.

por Marion Giraldo y Fabiola Oropesa

El cielo, que en muchos casos puede ser fuente de inspiración para románticos u objeto de estudio para quienes investigan los astros, es en Santiago materia de preocupación.

Y es que la apremiante nube de smog tan característica y tan propia de la capital, año a año pone en jaque a las autoridades, se vuelve bandera de guerra de los ambientalistas, motivo de figuración pública para los políticos y también argumento o excusa para los fines de determinados sectores.

La Cámara de Comercio Automotriz (Cavem), por ejemplo, ha lanzado su propuesta para descontaminar la Región Metropolitana, denominada "Plan Canje".

La idea es que los 250 mil automóviles no catalíticos contabilizados en esta ciudad sean reemplazados por autos con catalizador. Un incentivo que estaría dado por un subsidio de 500 mil pesos, que el Estado, las distribuidoras y las propias marcas financiarían a las personas interesadas, quienes a su vez se comprometerían a vender sus máquinas en provincias.

Para el presidente de Cavem, Raúl Dell Oro, la propuesta beneficiaría tanto a los usuarios que por motivos económicos no han podido cambiar su auto, al Estado, que percibiría mayores impuestos con estas transacciones y también a la alicaída industria automotriz. "El año 97- dice Dell Oro- vendimos cerca de 175 mil vehículos nuevos. Hoy, con las más optimistas proyecciones, apenas llegaremos a los 90 mil".

Pero el énfasis de este programa está puesto en la descontaminación. Se argumenta que un motor no catalítico contamina 20 veces más que uno con convertidor, tanto por su anticuada tecnología como por su uso, que en promedio asciende a 18 años.

Aunque para el sector automotriz éste sería un aporte importante, ya que se aceleraría el proceso de recambio, expertos indican que el "Plan Canje" es muy débil en sus cimientos.

El economista y miembro del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana, Rodrigo Pizarro, señaló que el problema de la contaminación es tan complejo que dicha solución es burda. Según explicó, la raíz del problema no está en el tipo de vehículo, sino en la gran cantidad de autos que circulan por la ciudad.

Mientras Dell Oro sostiene que los esfuerzos deben concentrarse en la renovación del parque automotriz, en las máquinas de última generación y en la construcción y mejoramiento de los caminos y pavimentos, Pizarro pone su atención en medidas más integrales.

A su juicio, el llamado "Plan Canje" no resuelve el problema de fondo, porque aunque no aumenta el parque automotriz, tampoco lo desincentiva, que es lo que realmente se necesita.

Una cifra clara para el experto es que en Santiago el 75 por ciento de la población se transporta en los diez mil autobuses que circulan, y un 20 por ciento lo hace en el millón de automóviles que existen en la capital. El dato es de vital importancia si que considera que el foco de mayor contaminación lo conforman las fuentes móviles y entre ellas en primer orden los autobuses.

No obstante, Pizarro dice que lo esencial es medir la contaminación por personas, en cuyo caso resulta mucho menos contaminante desplazarse en micro que en automóvil. También recuerda que la emisión de gases no es el único factor contaminante, y que en este problema influyen la cantidad de elementos que se mantienen en el aire, como en el polvo en suspensión, donde contribuyen catalíticos, no catalíticos, autos y buses, todos por igual.

En definitiva lo que contamina, señala el miembro del Consejo Consultivo de la Conama Metropolitana, es desplazarse. Por ello, indica que no sólo se debe incentivar el uso de transporte público, sino también promover políticas que acerquen a las personas a sus trabajos.

Desde su perspectiva, la propuesta de Cavem no cumple ni con los más mínimos requisitos para poder descontaminar. Y es que Pizarro insiste en la necesidad de políticas que planifiquen de manera integral la ciudad. Habla por ejemplo de descentralizar el país. "No hay plan de descontaminación que funcione si sigue creciendo la ciudad", indica.

Pero el cuestionamiento también va porque la iniciativa plantea un subsidio del que debe hacerse cargo el Estado. En la Fundación Terram sostienen que es más efectivo invertir dinero para lograr, por ejemplo, que los buses tengan sistemas menos contaminantes en sus motores o para que la Empresa Nacional de Petróleo, ENAP, introduzca tecnología para limpiar el diesel de ciudad.

El "Plan Canje" ya fue llevado hasta la Conama Metropolitana, según indicó el presidente de Cavem, Raúl Dell Oro, pero aún no ha sido presentado formalmente al Ministerio de Transporte.

El subsecretario de esta cartera, Guillermo Díaz, declaró a The Moroso que no está al tanto de la propuesta del sector automotriz, pero manifestó su mayor disposición a estudiar la medida cuando ésta sea entregada por conducto regular.
Díaz indicó que el gobierno está disponible para analizar todo tipo de iniciativas que ayuden a despejar el nublado y denso cielo santiaguino.

Antes de despejar el cielo, sin embargo, se deberán aclarar las dudas y los cuestionamientos y determinar si este plan conserva en su espíritu la idea de beneficiar a la comunidad o si es sólo el mecanismo de un sector económico para buscar apoyo estatal, y hacer frente a este período de lenta marcha en la actividad económica.

Sitios relacionados:

Comisión Nacional del Medio Ambiente.