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El cielo, que
en muchos casos puede ser fuente de inspiración para románticos
u objeto de estudio para quienes investigan los astros, es en Santiago
materia de preocupación.
Y es que la apremiante nube de smog tan característica y
tan propia de la capital, año a año pone en jaque
a las autoridades, se vuelve bandera de guerra de los ambientalistas,
motivo de figuración pública para los políticos
y también argumento o excusa para los fines de determinados
sectores.
La Cámara
de Comercio Automotriz (Cavem), por ejemplo, ha lanzado su propuesta
para descontaminar la Región Metropolitana, denominada "Plan
Canje".
La idea es que
los 250 mil automóviles no catalíticos contabilizados
en esta ciudad sean reemplazados por autos con catalizador. Un incentivo
que estaría dado por un subsidio de 500 mil pesos, que el
Estado, las distribuidoras y las propias marcas financiarían
a las personas interesadas, quienes a su vez se comprometerían
a vender sus máquinas en provincias.
Para el presidente de Cavem, Raúl Dell Oro, la propuesta
beneficiaría tanto a los usuarios que por motivos económicos
no han podido cambiar su auto, al Estado, que percibiría
mayores impuestos con estas transacciones y también a la
alicaída industria automotriz. "El año 97- dice
Dell Oro- vendimos cerca de 175 mil vehículos nuevos. Hoy,
con las más optimistas proyecciones, apenas llegaremos a
los 90 mil".
Pero el énfasis de este programa está puesto en la
descontaminación. Se argumenta que un motor no catalítico
contamina 20 veces más que uno con convertidor, tanto por
su anticuada tecnología como por su uso, que en promedio
asciende a 18 años.
Aunque para el sector automotriz éste sería un aporte
importante, ya que se aceleraría el proceso de recambio,
expertos indican que el "Plan Canje" es muy débil
en sus cimientos.
El economista y miembro del Consejo Consultivo de la Comisión
Nacional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana, Rodrigo
Pizarro, señaló que el problema de la contaminación
es tan complejo que dicha solución es burda. Según
explicó, la raíz del problema no está en el
tipo de vehículo, sino en la gran cantidad de autos que circulan
por la ciudad.
Mientras Dell Oro sostiene que los esfuerzos deben concentrarse
en la renovación del parque automotriz, en las máquinas
de última generación y en la construcción y
mejoramiento de los caminos y pavimentos, Pizarro pone su atención
en medidas más integrales.
A su juicio, el llamado "Plan Canje" no resuelve el problema
de fondo, porque aunque no aumenta el parque automotriz, tampoco
lo desincentiva, que es lo que realmente se necesita.
Una cifra clara
para el experto es que en Santiago el 75 por ciento de la población
se transporta en los diez mil autobuses que circulan, y un 20 por
ciento lo hace en el millón de automóviles que existen
en la capital. El dato es de vital importancia si que considera
que el foco de mayor contaminación lo conforman las fuentes
móviles y entre ellas en primer orden los autobuses.
No obstante,
Pizarro dice que lo esencial es medir la contaminación por
personas, en cuyo caso resulta mucho menos contaminante desplazarse
en micro que en automóvil. También recuerda que la
emisión de gases no es el único factor contaminante,
y que en este problema influyen la cantidad de elementos que se
mantienen en el aire, como en el polvo en suspensión, donde
contribuyen catalíticos, no catalíticos, autos y buses,
todos por igual.
En definitiva
lo que contamina, señala el miembro del Consejo Consultivo
de la Conama Metropolitana, es desplazarse. Por ello, indica que
no sólo se debe incentivar el uso de transporte público,
sino también promover políticas que acerquen a las
personas a sus trabajos.
Desde su perspectiva, la propuesta de Cavem no cumple ni con los
más mínimos requisitos para poder descontaminar. Y
es que Pizarro insiste en la necesidad de políticas que planifiquen
de manera integral la ciudad. Habla por ejemplo de descentralizar
el país. "No hay plan de descontaminación que
funcione si sigue creciendo la ciudad", indica.
Pero el cuestionamiento
también va porque la iniciativa plantea un subsidio del que
debe hacerse cargo el Estado. En la Fundación Terram sostienen
que es más efectivo invertir dinero para lograr, por ejemplo,
que los buses tengan sistemas menos contaminantes en sus motores
o para que la Empresa Nacional de Petróleo, ENAP, introduzca
tecnología para limpiar el diesel de ciudad.
El
"Plan Canje" ya fue llevado hasta la Conama Metropolitana,
según indicó el presidente de Cavem, Raúl Dell
Oro, pero aún no ha sido presentado formalmente al Ministerio
de Transporte.
El subsecretario
de esta cartera, Guillermo Díaz, declaró a The Moroso
que no está al tanto de la propuesta del sector automotriz,
pero manifestó su mayor disposición a estudiar la
medida cuando ésta sea entregada por conducto regular.
Díaz indicó que el gobierno está disponible
para analizar todo tipo de iniciativas que ayuden a despejar el
nublado y denso cielo santiaguino.
Antes de despejar
el cielo, sin embargo, se deberán aclarar las dudas y los
cuestionamientos y determinar si este plan conserva en su espíritu
la idea de beneficiar a la comunidad o si es sólo el mecanismo
de un sector económico para buscar apoyo estatal, y hacer
frente a este período de lenta marcha en la actividad económica.
Sitios relacionados:
Comisión Nacional del Medio Ambiente.
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