"El suero de la
verdad" o "la droga que mata la voluntad" ya está
en Chile
La
burundanga llegó para quedarse
No es una
cumbia. Tampoco una nueva bebida alcohólica. Es, simplemente,
una droga oriunda de Colombia que ya desembarcó en nuestro
país. Pero no cualquiera la puede conseguir porque la burundanga
no se vende en ninguna parte. Sólo la mala suerte hará
que se te cruce en el camino.
Numerosos
crímenes cometidos en Santiago han sido atribuidos a la utilización
de la burundanga, pues, tras ingerirla, la persona quedaría
en un estado similar a la hipnosis, siendo capaz de ejecutar todo
tipo de órdenes sin oponerse. Sin embargo, muchos creen que
se trataría de un nuevo mito urbano, nacido de la mano de
abundantes noches de parranda. ¿Mito o realidad? Ahora les
presentamos la misteriosa burundanga.
Por
Consuelo Ábalos y Francisca Babul
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Se
recomienda no aceptar tragos de extraños, especialmente
en lugares nocturnos.
Fuente: www.kamikaze.cl
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El fenómeno
desatado por la burundanga en nuestro país es relativamente
nuevo, por lo que es muy poca la información que se maneja
acerca del tema. Pero, a pesar de ser una droga poco difundida,
ya son muchas las víctimas que han caído en sus garras.
En Chile ya se han reportado casos de su utilización en locales
nocturnos de Suecia, Bellavista, la Alameda y el barrio Brasil.
Sin embargo, generalmente las víctimas no denuncian los asaltos
o violaciones cometidos gracias a esta droga, pues suponen que se
trata de una simple borrachera.
Los casos de
asaltos o violaciones perpetrados con burundanga se han conocido
por la difusión de boca en boca, y no mediante denuncias
formales en Carabineros o Investigaciones, por lo que muchos especialistas
lo atribuyen a un mito urbano sin asidero en la realidad.
Sin embargo,
una ola de crímenes cometidos bajo el mismo modus operandi
se ha apoderado de la ciudad. Lo mismo sucede, desde hace años,
en países como Colombia o Venezuela. ¿Inventos de
la ciudadanía o efectos de la burundanga?
De ceremonias
incas a discotecas santiaguinas
Es una noche
como cualquier otra en la discoteca Alameda, ubicada en el centro
de la capital. Cristián (22), un estudiante de arquitectura
de la Universidad Diego Portales, es uno más entre los centenares
de jóvenes que se disponían a pasar una noche de entretención
en ese lugar. En la mitad de la fiesta decide comprar algunos tragos
en la barra de aquel local nocturno. Y ese es su último recuerdo.
Cristián
despertó en la mañana siguiente en una calle a kilómetros
de la discoteca sin ninguna de sus pertenencias y sin recordar lo
ocurrido. "Me robaron el auto, casi toda la ropa y hasta la
plata del Redbank" comentó el estudiante a CTN.
Recientes casos -similares al de Cristián- sorprendieron
al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas
(Cicpc) que opera en Chacao, Venezuela. Dicha institución
recibió decenas de denuncias, donde los afectados quedaron
con lo puesto sin siquiera acordarse de lo ocurrido. Tras semanas
de averiguaciones, el supuesto responsable de los crímenes
perpetrados en Venezuela fue atrapado en Barranquilla, Colombia,
cuando pretendía suministrar burundanga en la bebida de una
persona al interior de un local nocturno.
Pero, ¿qué
es la burundanga? Se trataría de un tipo de escopalamina,
un alcaloide que se extrae de plantas de la familia de las solanáceas,
como el cacao sabanero, muy abundante en Colombia. El término
popular burundanga -instaurado por las culturas precolombinas- significa
brebaje o bebestible utilizado con fines delictivos.
La escopalamina
es una sustancia química que produce una intoxicación
similar a la atropina, de manera que quienes la ingieren tienen
alucinaciones, sufren de alteraciones en el estado de conciencia
y pierden momentáneamente la memoria. Dadas estas características,
los delincuentes la utilizarían para realizar más
fácilmente todo tipo de fechorías.
Incluso se afirma
que otro de los efectos de la burundanga sería el de hipnotizar
a las personas, haciendo que actúen autómatamente.
En este estado letárgico, los individuos podrían llegar
a revelar claves secretas o a firmar documentos bancarios.
Los usos más
antiguos de la burundanga se remontan a la época precolombina,
donde los incas y los chibchas la empleaban en ceremonias religiosas.
También existen registros de su utilización en la
Segunda Guerra Mundial, donde era suministrada en intensos interrogatorios
con el afán de descubrir a supuestos espías. Desde
entonces, la burundanga también es conocida como "suero
de la verdad".
"No
creo en la burundanga"
Al escuchar
el motivo de la entrevista, el Subdirector del Centro de Investigaciones
Toxicológicas de la Universidad Católica de Chile
(CITUC), Juan Pablo Ríos, pone cara de hastío. Es
que parece que últimamente esta entidad ha tenido que dar
más de una explicación sobre cómo funciona
la misteriosa burundanga.
A pesar de que
los testimonios sobre los crímenes cometidos con la ayuda
de esta droga son cada día más frecuentes, muchos
sospechan de la autenticidad de los casos. Más bien se trataría
de un mito urbano en el cual se mezclan noches de parranda y excesos,
los cuales serían los verdaderos causantes de estas pérdidas
de memoria. Para Juan Pablo Ríos, esa es la justificación
más racional que explicaría los misteriosos casos
atribuidos a la burundanga.
El especialista
admite que los alcaloides pueden producir ciertas pérdidas
de memoria, pero afirma que no determinarían que alguien
actúe como autómata como lo han expresado quienes
se habrían enfrentado a la burundanga. "Lo que puede
ocurrir es que tú pierdas el conocimiento y te roben la billetera,
pero eso de que seas capaz de actuar autómatamente me siembra
muchas dudas", comentó el toxicólogo a CNT.
Tan escéptico
es Ríos con respecto al tema, que incluso afirma que los
estados de pérdida de memoria pueden asociarse a otras patologías
y no al uso de la burundanga. "Hay gente que no sabe lo que
hizo el día anterior y eso no significa que lo hayan drogado
ni ninguna de esas cosas. Lo que pasa es que las causas que producen
eso son aún muy desconocidas", explicó el experto
del CITUC.
La burundanga
no es el tema favorito de nuestro entrevistado, pues para él
todo este revuelo no tiene bases científicas ni casos registrados
y está rodeado de un aura de misterio que le quita seriedad.
Además, proviene de Colombia, un país donde -según
él- "muchas veces es mejor ni acordarse de ciertas cosas".
Por todas estas razones, el especialista sentenció: "no
creo en la burundanga".
Ya sea un mito
o una realidad, hay que mantenerse alerta. Las recomendaciones apuntan
a no aceptar tragos ni otras bebidas de extraños, sobre todo
en pubs y clubes nocturnos, lugares donde preferentemente ocurrirían
estos ataques. Porque nunca se sabe. La mala suerte podría
traer la burundanga a tu puerta en el momento menos pensado.
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