|
La modalidad
de recolectar parte del vuelto apareció en Chile hace menos
de siete años y por entonces, a la mayoría de los
clientes les parecía una forma justa de recaudar fondos para
acciones de ayuda a la ciudadanía.
Cada vez que
acudimos al supermercado o a una gran cadena de farmacias, donamos
alrededor de 2 ó 3 pesos que resultan ser un inestimable
aporte para fundaciones, corporaciones o grupos de acción
solidaria.
En el caso de
la Fundación Las Rosas, que focaliza sus actividades en el
apoyo a personas de tercera edad, su campaña de integración
de socios ya lleva tres años en el escenario mediático.
Su filiación gratuita con farmacias Ahumada le permite obtener
un promedio de 22 millones de pesos mensuales, que provienen de
aquella famosa pregunta que el cajero le hace al cliente cuando
éste se apronta a cancelar : ¿donaría usted
parte de su vuelto?.
"No existen
comisiones, recibimos el 100 por ciento de lo que la gente dona.
Farmacias Ahumada generó un mecanismo de control y gestión
para la transparencia. Ellos son pioneros en un software que muestra
minuto a minuto las donaciones que se recaudan", aseguró
a The Moroso Felipe Morán, gerente de Fundación Las
Rosas.
Con 232 locales
que se extienden desde Arica hasta Punta Arenas, esta cadena comercial
ha logrado entregar cerca de 660 millones de pesos desde mayo de
1999. A partir de entonces, organizó además un programa
que incentiva a la participación de su personal en las actividades
de acción social de Fundación Las Rosas.
Todos los jueves
en la mañana, dos grupos de empleados de Farmacias Ahumada
visitan las instalaciones de la entidad, interactúan con
los abuelitos y se involucran con la realidad para la cual colaboran
desde sus puestos de trabajo. La idea es afianzar el compromiso
entre la Fundación y la cadena de fármacos, con la
finalidad de estrechar lazos que vayan más allá de
las meras donaciones de dinero.
Sin embargo,
hoy en día, el sistema ha empezado a proliferar de tal manera
que la agotadoras solicitudes detrás de la caja suelen insensibilizar.
Se estima que en la actualidad sólo el 30 por ciento de los
clientes son partidarios de entregar parte de su vuelto.
"Hay cierta
desconfianza porque los procesos de recaudaciones tienen un nivel
de transparencia relativa. Nosotros estamos muy orgullosos del nuestro,
aunque sabemos que en otros establecimientos los vendedores no piden
el vuelto, sólo toman parte de él", afirmó
Mario Valdivieso, jefe de Personal de Farmacias Ahumada.
El caso es que
con este método, se logra que cerca del 60 por ciento de
los clientes aporten con una fracción de su vuelto, lo que
implica un mayor cuestionamiento del sistema por parte de opinión
pública.
El
marketing social
En 1994 el Cuerpo
de bomberos de Chile atravesaba por una situación aún
más crítica de la que le toca afrontar en la actualidad.
En varias comunas era imposible acudir a los rescates por falta
de recursos: herramientas básicas como mangueras, escaleras,
uniformes, etc.
Fue en ese momento
que nació una idea desde el centro de la organización
de voluntariado: elaborar un proyecto de generación de ingresos
a través de la modalidad de socios colaboradores, pero con
sistemas automáticos, no con solicitudes que vayan de casa
en casa o donaciones retiradas de los supermercados.
Chile DAR, que
en un principio estaba integrado sólo por socios de Bomberos
de Chile, apuntó a tres procesos clave en una campaña
de recaudación que entrega beneficios a largo plazo: el estudio
profundo de la fundación o corporación, el desarrollo
de una imagen de marca y la difusión en los medios de comunicación.
Cuando todas estas fases han sido aplicadas, se recurre al novedoso
mecanismo de recolección de fondos.
Tal como lo
explica Alejandra Medina, a cargo del Departamento de Evaluación
de Chile DAR, "por primera vez se abrió la posibilidad
de hacerse socio por medios automáticos, a través
de tarjetas de crédito o cuentas corrientes, donde los bancos
no cobran porcentajes y es mucho más sencillo el proceso
de donación. De hecho, somos los primeros en el país
en aplicar el sistema".
Tan exitosa
fue la fórmula que el programa "Ayúdenos a apagar
los incendios", realizado para el Cuerpo de Bomberos, derivó
a la filiación de nuevos clientes para la empresa de marketing
social. Las comisiones que cobran son mínimas y suelen mantenerlas
en reserva, según aseguran. Además, sólo dependen
del grado de utilidades que se obtengan con la campaña.
De esta forma,
ahora Chile DAR trabaja con nueve clientes, entre los que se cuentan
el Patronato Nacional de la Infancia, el Cuerpo de Bomberos Regionales,
Patérnitas, la Corporación Nacional para la Nutrición
Infantil y la Fundación Arturo López Pérez.
Sin embargo, no es sencillo sumarse al sistema de esta empresa,
porque las entidades de ayuda social deben elegirse cuidadosamente.
"Las entidades
deben sustentarse por sí mismas, ya que las donaciones que
se les entregarán deberán ser destinadas sólo
a la acción caritativa; además es importante que aboguen
por causas universales, que no provoquen escozor o polémica
entre la ciudadanía", subrayó Medina. En la lógica
de vender imagen, no caben minorías como los homosexuales
por ejemplo.
La
visión tradicional
La idea de elaborar
complejas campañas publicitarias, con una exquisita selección
de clientes para "vender" una imagen, no corresponde al
concepto de estrechar lazos comunitarios, que apunten a tomar conciencia
del prójimo.
Según
afirma Cecilia Dokendorf, directora para la Guía de Acción
Social, "la labor de organizaciones como la nuestra es difundir
el trabajo de instituciones sin fines de lucro, orientadas a interactuar
con la ciudadanía. La lógica publicitaria echa mano
de mecanismos relacionados con la lástima y la emotividad".
Sin duda el
marketing social expresa su proyecto mercantil en la medida en que
cobra comisiones por la recaudación de recursos, pero afirma
su eficacia en la forma en que cada día existen más
fundaciones interesadas en establecer contratos con Chile DAR. El
nuevo sistema que apenas florece en el país, estima que con
una buena campaña publicitaria en los medios de comunicación,
de un mes de duración, es posible afiliar a 4.000 socios
más para la institución de ayuda social.
Ambas visiones
persiguen la misma meta con distintos resultados económicos,
sin embargo, el punto de reticencia reside en la posibilidad de
establecer actividades lucrativas con la caridad.
|