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Treinta años
de servicio es toda una vida para Ramón Luis Contreras, funcionario
administrativo de Codelco División Andina, quien hace dos
años se negó a jubilar y a acogerse al retiro que
le ofrecía la empresa.
No estaba dispuesto a dejar su lugar que tanto sacrificio le había
costado. Ramón Luis entró a trabajar en aquella época
cuando el profesional se hacía en el oficio y no en el cartón
de la Universidad. Con algunos cursos de contabilidad y lo demás
"puro interés y capacidad", dice, se posicionó
como jefe de su área.
Subir
de escala le costó muchos méritos y él sabe
mejor que nadie que estudiar y capacitarse no es un rito de iniciación,
sino una práctica permanente.
Una experiencia
básica de superación y que hoy resulta vital, no tan
sólo para optar a puestos más altos sino para permanecer
en el que ya se tiene. Y es que el avance de la tecnología
ha cambiado las formas de producir y con ello el modo y funcionamiento
del trabajo y la educación.
El
sociólogo Guillermo Campero habla de rotación laboral,
que también es una forma de flexibilización, y que
describe el recorrido de un empleado dentro de una empresa, pasando
de una función a otra distinta, teniendo para ello que capacitarse.
Una tendencia que se ha ido acentuando conforme a la velocidad de
los tiempos y que puede observarse sobretodo en países como
Estados Unidos, donde los trabajadores se trasladan de un lado a
otro dentro de una economía que les ofrece distintas posibilidades.
Por eso para Campero ser competente en este momento no significa
ahondar en un conocimiento estático, sino tener capacidad
de emprendimiento. Esto es, individuos que aprendan a aprender,
que no sólo desarrollen aspectos gerenciales, sino que además
se preparen en estructuras que estarán permanentemente cambiando.
Pero en Chile
este cambio que viene gestándose lentamente no ha sido captado
en su esencia por los programas educacionales, en parte, por una
predisposición cultural. "La capacidad de emprendimiento
-explica el experto- tiene un componente cultural muy fuerte relacionado
con el modo en que los miembros de una determinada comunidad son
capaces de asumir riesgos, y en eso los hispanos somos muy adversos".
En
este sentido, los investigadores del Programa de Estudios y Desarrollo
(Predes) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Chile, indican que la instalación de un modelo polivalente
-como ellos le llaman- es un proceso largo pues requiere la convicción
de invertir en oportunidades cuya seguridad no está garantizada.
Ejemplo de ello es Ramón Luis, que si bien perfeccionó
constantemente sus capacidades, lo hizo siempre en torno a una misma
meta dentro de una misma empresa y actividad. Nunca pensó
en cambiarse de trabajo, siempre optó por su seguridad laboral.
Aunque la capacitación
se ha transformado en los últimos años en una necesidad
de las empresas para mejorar su productividad y competitividad,
como una inversión que dará frutos, aún en
Chile no se ha gatillado un cambio cualitativo en la forma de entender
y de concebir el aprendizaje.
Algunos indicios en esta línea los ha dado el gobierno a
través del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo
(Sence), donde distintos programas están a la disposición
de los empleadores para perfeccionar a sus asalariados por medio
de franquicias tributarias.
Pero
este sólo es un comienzo, que parte del mercado ocupacional
donde la variación continua del tipo de conocimiento requerido
obliga a las personas a realizar procesos de aprendizaje durante
toda su vida.
Más aún, algunos estudios señalan que el saber
proveniente de las distintas disciplinas se renueva cada cinco años.
En esta lógica, explica el Director General del Área
de Educación de la Fundación Chile, José Joaquín
Brunner, la obsolescencia de los títulos es inminente.
Por ello, Estados
Unidos y algunos países de Europa entregan sus titulaciones
que duran aproximadamente cinco años, las que deben renovarse
y actualizarse constantemente.
El sistema adquiere
sentido con un solo ejemplo: ¿es competente un médico
formado en la década de los 60 y que no se ha actualizado
en su ciencia, para operar del tórax a un paciente el año
2002? El caso es extremo pero la respuesta es no.
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