LABORAL
Desempleo juvenil y los programas gubernamentales para mitigarlo
Pateando piedras

Cerca de 60 mil empleos generó este año el programa de subsidios del gobierno, creado para paliar los altos niveles de cesantía. Si bien la mayoría de los beneficiados fueron jóvenes, aún la tasa desempleo en las personas de menor edad continúa siendo un problema por solucionar.

por Raúl Rivera

Francisca trabaja de mesera en el restaurante "Encuentro latino". A principios de este año estaba desempleada, sin embargo, su oportunidad llegó y se siente sumamente feliz. "Gracias a este trabajo en junio pasado me pude casar, porque tengo la seguridad de un sueldo estable", declara Francisca, y agrega que el matrimonio lo celebró ahí, en su lugar de trabajo.

Esta joven, junto a otros tres compañeros que también laboran en este restaurante, lograron conseguir un empleo gracias al programa "estrella" del gobierno para generar ocupación y que este año benefició a cerca de 60 mil personas.

Con el objetivo de que las empresas contraten empleados el Ejecutivo creó el 2001 un plan que contempla la entrega de un subsidio que cubre el 40% del salario mínimo por un plazo de cuatro meses, más un bono especial de 50 mil pesos para la capacitación de estos trabajadores.

Para el ministro del Trabajo, Ricardo Solari, estas subvenciones, que involucraron recursos por 11 mil millones de pesos, "permiten dar un horizonte laboral estable a las personas que no tienen trabajo, sobre todo a los jóvenes. Por ello, este subsidio a la contratación y el esfuerzo que han realizado las empresas les permite concretar un proyecto de vida".

Si bien el período de postulaciones concluyó a fines de septiembre, la autoridad argumenta que sus resultados siguen latentes. "La extensión del subsidio por cuatro meses permite que las personas tengan empleo hasta fin de año, época en que existe una actividad comercial mayor en las empresas y la opción de encontrar un empleo aumentan", asevera el jefe de cartera.

Junto a la difusión en todo Chile de los beneficios de este programa, el gobierno también se encargó de mostrar públicamente a muchas empresas que hicieron el esfuerzo para contratar personas.

Este es el caso del restaurante "Encuentro Latino". Para su administrador, Oscar Martínez, la iniciativa del Ejecutivo le pareció "una buena idea". Postularon al subsidio el 2001 y contrataron a dos trabajadores. Y como les dio resultados, este año emplearon a dos personas más mediante el subsidio.

"Las personas que hemos contratado son gente de bastante esfuerzo, que están estudiando y trabajando. Yo creo que los empresarios deberían dar oportunidades de trabajo porque es lo más bueno para todos", opina Martínez.

Según el ministro del Trabajo, uno de los fines de este plan era que las empresas trataran de contratar a jóvenes, quienes son los que poseen menores posibilidades de encontrar un empleo debido a su escasa experiencia en el mundo laboral. "Esta oportunidad para que los jóvenes trabajen en una empresa, los incentiva a hacer un esfuerzo para obtener la posibilidad de seguir trabajando después del fin del subsidio estatal. Además, aprenden cosas prácticas, tienen la posibilidad de conocer un ambiente laboral real, con exigencias de los clientes, con estímulos por su desempeño y que les permite ganar curriculum para que puedan acceder a otros puestos de trabajo. Y esto es una experiencia que para los trabajadores jóvenes es impagable", enfatiza.

"Encuentro latino", junto a más de cuatro mil empresas que postularon a las subvenciones, es un ejemplo del vínculo que han logrado los privados y el gobierno para mitigar el drama de la cesantía. Como señala Solari, esta es una actividad muy importante para el gobierno. "Este es nuestro programa estrella (del Ejecutivo), ya que utiliza recursos del sector público y del privado, para darle una oportunidad a los trabajadores. Por cada peso que pone el gobierno los privados colocan cinco, lo que es fundamental para el éxito del plan". Y cuando se le pregunta al ministro en qué programa de empleo se han centraron los esfuerzos, no duda en contestar que el empeño se volcó a la entrega de subsidios, más que a los planes de empleo municipal.

Fueron tantas las esperanzas que las autoridades de gobierno cifraron en este proyecto, que no sólo el secretario del Trabajo realizó varios llamados a las empresas para que postularan a este subsidio. También convocaron a los empresarios, y varias veces en el año, el ex director del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), Daniel Farcas, y el mandamás del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), Eugenio Ravinet.

El año pasado esta iniciativa permitió que 24 mil 307 jóvenes consiguieran un empleo y, a principios de julio, existían cerca de 15 mil personas trabajando en distintas empresas gracias a este subsidio.

En la cartera del Trabajo indican que el gran número de solicitudes que se presentaron, permitió seleccionar a aquellos empleadores que ofrecían opciones de trabajo que iban más allá de los cuatro meses que el Estado financia. "Este programa - dice Solari - privilegia a las pequeñas empresas que hacen un esfuerzo adicional para aumentar su actividad y contratar más personas. Y si los privados pueden darle una oportunidad por más tiempo a quienes emplean, aunque no es un requisito, es mejor para el país".

En el SENCE recalcan que en el 2001, de las cerca de 57 mil que se contrataron mediante este subsidio, aproximadamente la mitad continuó trabajando después del período del beneficio. Más aún, cuatro de diez personas que participaron en este subsidio mejoraron sus ingresos una vez que culminaron los procesos de capacitación.

Datos de este organismo, dependiente del ministerio del Trabajo, indican que un 85% de las unidades que se ven beneficiadas por este subsidio son medianas, pequeño y micro empresas. "Esta focalización del programa se debe a que estas empresas son las que más empleo generan, las que entregan oportunidades laborales por un mayor plazo y fundamentalmente mueven la economía del país", señalan.

Según autoridades del SENCE, el Presidente Lagos se han mostrado dispuestos a extender este plan la próxima temporada, si la tasa de desempleo así lo amerita.

En su discurso del 21 de mayo pasado ante el Congreso Pleno, el Presidente prometió crear cerca de 150 mil empleos. Según el ministro Solari, la cifra de desempleo se vigilará mes a mes, "pero si el desempleo va más allá de lo que tuvimos el año pasado, siempre iremos más allá en el esfuerzo fiscal".

Los resultados de este plan dejaron muy contentos a las autoridades de gobierno por la gran cantidad de personas que lograron un trabajo, sobre todo jóvenes, quienes son el grupo que más dificultades encuentran para encontrar un empleo. Sin embargo, las últimas cifras de desempleo entregadas por el Instituto nacional de Estadísticas (INE) confirman que estos obstáculos todavía subsisten.


Parado en la esquina

El desempleo juvenil ha sido uno de los temas que ha atravesado la discusión económica en los últimos tiempos. Gobierno, empresarios, economistas y organizaciones sociales, han hecho un diagnóstico de la situación y han realizado propuestas para superar este problema.

Las cifras no mienten. La tasa de desempleo entregada por el INE revela que entre los jóvenes de 15 a 24 años la desocupación llegó a 23,3% entre agosto y octubre de 2002.
Comparando esta cifra con los otros segmentos etáreos las disparidades son claras. En el segmento de 35 a 44 años esta tasa llega al 7%; entre los 45 a los 54 años, 6,2%; y en el segmento que comprende entre los 55 y 64 años, el desempleo es de 6,8%.

Obviamente, factores como la menor experiencia y la facilidad con que son despedidos cuando las empresas se ven en necesidad de reducir costos han influido en la magnitud del desempleo entre los jóvenes.

Debido a esta situación que afecta a este grupo, se han planteado posibles fórmulas de solución a este problema. Una de estas soluciones fue entregada por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), en la Agenda pro Crecimiento. Ahí se propone una flexibilización en los costos de contratación de los jóvenes, como por ejemplo reducir aún más el sueldo mínimo que existe para los menores de edad, que actualmente llega a los 81 mil 661 pesos, o instaurar contratos para empleos "part-time".

Para el director del Injuv, la propuesta de rebajar el sueldo mínimo de los jóvenes es un tema que se debe analizar. "Si rebajar el salario mínimo de los jóvenes significa que tendrán mayor posibilidad de encontrar empleo, es una proposición que debemos considerar". Este organismo estatal también lanzó un programa para la creación de nuevas fuentes de trabajo, denominado el "Emprendimiento Laboral Juvenil", con el fin de incentivar los proyectos empresariales de jóvenes que no encuentren trabajo.

Las propuestas ya están tiradas sobre la mesa. Todos los actores que intervienen en el desarrollo económico y social, incluidos los jóvenes, deben buscar los caminos para paliar los niveles de desempleo en un contexto de incertidumbre económica mundial. Para que en la próxima temporada, muchas Franciscas puedan cumplir sus sueños.