No obstante la opinión de Fantuzzi y de toda la campaña del terror incentivada por los empresarios para que el parlamento rechazara el seguro, resulta que ahora los que desconfían del sistema son los sindicatos.

Estas agrupaciones opinan que el sistema es insuficiente para asegurar una calidad mínima de vida, sobre todo para aquellos trabajadores que perciben salarios mínimos. El seguro funcionará a partir del primero de octubre de este año.

Para ellos, el hecho de que la administración de los dineros recaudados para el beneficio quedara en manos de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) es para desconfiar. Las AFP´s ganaron la licitación en febrero pasado.

La CUT no se fía

En más de un punto, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) ha manifestado su preocupación respecto al seguro de cesantía. Por ejemplo, que éste no protege al sector más vulnerable del sistema laboral chileno.

A la CUT, que agrupa a los sindicatos nacionales, le preocupa que sean las AFP´s quienes administren el sistema. Teniendo en cuenta que, hasta la fecha, estas entidades han demostrado ineficacia en la recaudación y administración de los fondos previsionales.

Agregan que las administradoras de fondos no se preocupan de incentivar a los empleadores para que paguen la previsión de sus empleados. Actualmente, la cifra de este compromiso asciende a 500 millones de dólares.

Con este antecedente en mano, la CUT se pregunta si es lo mejor que las AFP´s administren durante una década el seguro de cesantía.

Para Germán Acevedo, asesor del Ministerio del Trabajo en este tema, la licitación fue ganada por aquellos que ofrecieron mayores beneficios para los futuros afiliados al seguro de cesantía. Esto además de cumplir los requisitos mínimos impuestos por el gobierno.

En este caso, la Asociación de AFP presentó un proyecto en el que contempla una amplia bolsa de trabajo, además de formas modernas de recaudación e información a los usuarios, entre ellas Internet y agencias fijas o móviles a lo largo de Chile.

A la hora de adjudicar la licitación, el ministerio ponderó mayoritariamente la comisión del 0,6% -una de las más bajas del mundo- que cobrará la entidad sobre el saldo de las prestaciones.

Otro de las reticencias de la CUT apunta al grueso del funcionamiento del sistema. En lo medular, el Seguro corresponde al 3% del sueldo del trabajador que se desglosa en el 2,4% aportado por el empleador y el 0,6% por el empleado.

Las platas se dividen en una cuenta individual, donde se capitaliza toda de la contribución del trabajador más un 1,6% de la entrega el empresario, y un fondo solidario que es la suma del 0,8 % restante de la donación empresarial y el apoyo fiscal calculado en ocho millones de dólares anuales.

El presidente de la CUT, Arturo Martínez, critica que esta ecuación sea igual para todos los trabajadores porque atenta contra quienes perciben bajos sueldos o pertenecen a un sector de inestabilidad laboral. Las negociaciones iniciales estipularon que los empleados contratados por faena u obra recibirán un aporte del 4,11% de sus empleadores.

Otro de los temas en que surgen discrepancias es en el salario mínimo que recibirán los ingresados al sistema, en el último mes que dure el beneficio. El seguro que operará en forma decreciente durante cinco meses, tendrá una banda de acción entre un techo de 125 mil pesos y un piso de 65 mil.

En este sentido, Germán Acevedo explicó a The Moroso, que con esto se pretende incentivar la búsqueda de un nuevo empleo. Por ello, es un sistema sólo subsidiario y de emergencia.

The Moroso preguntó al asesor ministerial sobre la posibilidad de mantener una familia con una cantidad menor al sueldo mínimo."Los montos entregados están de acuerdo a los estándares de cada país y en el caso de Chile, nuestras posibilidades no nos permiten entregar mayores beneficios", respondió.

Pero Martínez argumenta la disminución del aporte fiscal de 12 millones de dólares, como se propuso al principio, es la responsable de la situación descrita anteriormente. En su opinión, fue el Ministerio de Hacienda el que se opuso a considerar dicha cifra.

Respecto a este mismo tema, Fantuzzi admite que el último cobro al que tendrá derecho un trabajador desempleado es insignificante, pero es mejor a sobrevivir sin nada. "Sin duda que este sistema tiene sus pro y sus contra, pero creo que vamos por buen camino", admitió el empresario.

Soluciones sobre la marcha

El sistema establece que sólo podrán girar de su cuenta individual aquellos cesantes que acrediten doce o más cotizaciones en forma continua o discontinua. Además contarán con prestaciones de salud y asignación familiar si son beneficiarios de los dos primeros tramos.

Para proteger a los asegurados, el gobierno creará una entidad fiscalizadora del sistema que será integrada por empresarios, asesores gubernamentales y trabajadores. Éste funcionará dentro de la Superintendencia de AFP y tendrá facultades para garantizar el eficiente funcionamiento del seguro.

El Ejecutivo también pretende que los trabajadores puedan aumentar sus ingresos al momento de quedar sin empleo con una caja de ahorro voluntario. Para ello elabora un proyecto de ley que será enviado al Parlamento en los próximos meses.

¿Qué pasará si los empleadores no pagan el 2,4%?. El ministro Solari dijo a The Moroso que habrá al menos tres sistemas que estén resguardando los derechos de los trabajadores. "Los Tribunales de Justicia, el comité de usuarios dentro de la Superintendencia y por último, multas y una serie de medidas para asegurar el funcionamiento del sistema".

Para el gobierno la implementación de este seguro está enfocado a enfrentar de una forma coherente la crisis económica en la que Chile se encuentra actualmente. El desempleo del trimestre móvil hasta mayo fue de un 9,1%.

Mientras, para Fantuzzi el sistema aún es perfectible, aún cuando "había que partir por algo", Solari sostiene que se ha realizado un gran esfuerzo para certificar que el seguro de cesantía garantice el mayor bienestar posible para los cesantes.

Sitios Relacionados:

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