Egreso de generación 2006 de Periodismo
Un gracioso y emotivo adiós
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La generación 2006 de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile |
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La profesora Faride Zerán, directora del ICEI, despidió a los estudiantes |
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El profesor Gustavo González, director de la Escuela de Periodismo, premia a Maira Mora, una de las mejores estudiantes de la generación |
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Gustavo González junto a Estefanía Etcheverría, una de las tres estudiantes destacadas por su rendimiento |
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Gustavo González y Macarena Peña y Lillo |
En un acto marcado por momentos lúdicos y una emoción libre de llantos o dramas prefabricados, la primera generación de Periodismo del actual edificio de la Escuela dijo adiós.
En una distendida ceremonia animada por el profesor Rafael del Villar, se realizó la ceremonia de despedida de la primera generación de estudiantes que ocuparon el actual edificio de nuestra Escuela de Periodismo.
En la ocasión estuvieron presentes varios invitados especiales que acompañaron a los recién egresados en este culmine momento de su vida como estudiantes de pregrado. Aparte de las palabras de rigor de la Directora del Instituto de la Comunicación e Imagen, Faride Zerán, el siempre festivo y cordial profesor Del Villar se refirió certeramente al sentido de la ceremonia, en que lo egresados acceden simbólicamente al saber, a ser pares de quienes antes eran sus maestros.
El primer invitado que comenzó a hacer del acto un cálido encuentro de amigos, fue Fernando Valdivia, músico y funcionario del ICEI, interpretando dos temas con sencillez y calidad. Solo con su guitarra, regaló el primer momento de emoción en la despedida.
Luego se procedió a distinguir a tres alumnas por su destacado rendimiento académico durante la carrera: Estefanía Echeverría, Macarena Peña y Lillo y Maira Mora. Ellas precedieron al segundo invitado especial de la tarde-noche: el profesor Francisco Mouat.
Mouat ya no hace clases en el ICEI, pero ésta fue la última generación que compartió con él en las aulas, en los pasillos y hasta en asados. El autor de “El empampado Riquelme” llegó inesperadamente, gracias a un favor de sus compañeros de trabajo que lo dejaron “escaparse” antes, y leyó en homenaje de sus antiguos alumnos una crónica que escribió recientemente pensando en su “alumna favorita”, ya egresada. El texto, escrito con el estilo pleno de hallazgos poéticos y de reivindicación de la memoria característico del autor, fue hecho extensivo cariñosamente a los recién partidos.
Pero aún la emoción no llegaba a su cumbre. Pese a que tampoco fue una ceremonia de llantos ni desgarros, sí hubo momentos verdaderamente emotivos. Luego de que se hiciera entrega simbólica de la foto del curso a cada uno de los egresados, por distintos profesores que el curso escogió -entre ellos la misma Faride Zerán, Mouat, Gustavo González, David Vera Meiggs y Jorge Aceituno-, vino el momento de los discursos.
Valga una aclaración preliminar: el curso original de los egresados de este año era bastante más numeroso. Pero debido a un traspié en un ramo de primer año -saludos especiales le enviaron al profesor Gallardo- muchos quedaron en una situación de ascensor atascado entre dos pisos, que dieron en llamar “Quinto B”. Cristopher Herrera y Paula Arenas fueron los representantes de estos compañeros que se quedan, los que los despidieron graciosa y sentidamente, leyendo discursos lúdicos, originales y sinceros. Luego de constantes alusiones a la frustración de seguir un año más en la carrera, Herrera concluyó: “Sinceramente desearíamos que se quedaran”, ante las risas de la concurrencia.
Para el final, un discurso triple por parte de los egresados, hecho por Elisa María Barrientos, César Contreras y Andrea Peña, y que mantuvo el mismo tono libre de formalismos y etiquetas para despedirse de la Escuela, incluyendo celebradas bromas internas y auténtica expresión de los sentimientos de quienes ahora parten a la ruda selva laboral. La jornada terminó con la proyección de un video medianamente extenso que reunió fotos y grabaciones para muchos, desconocidas del curso, desde el “mechoneo” de primero hacia adelante, pasando por los más ridículos e inolvidables momentos. Un cierre gracioso y emotivo, como fue la tónica de esta despedida.
Texto: Andrés Florit
Fotos: Cristián Chamblas |
Fecha
de publicación:
Lunes 18 de diciembre, 2006 |
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